HOY ES EL ÚLTIMO DÍA LECTIVO DEL CURSO 2019/2020
¡ME
GUSTaN LAS FAMILIAS DE 2º c!
PARA LAS FAMILIAS DE 2º
C
¡Buenos días, queridas familias de 2º C!
Antes de empezar quiero volver a dar
las gracias a todas las familias por haber ayudado a que este tercer
trimestre, sin duda alguna el más extraño, triste y sin sentido, que he
vivido a lo largo de toda mi vida como maestro, haya podido realizarse de la
manera más eficaz posible.
Vuestra labor ha sido inmensa. Os
habéis enfrentado a una situación en la que, en muchas, muchísimas, veces os
ha resultado difícil, agobiante, estresante y normalmente agotadora; y no
digamos nada si encima habéis tenido que compaginarla con vuestro quehacer
diario.
¡Bienvenidos al mundo de la educación
académica!
Como ya sabréis este ha sido mi último
año como profesor. Ha llegado la hora de dejar a otros docentes, sin duda
alguna más preparados que yo, que vayan ocupando este espacio que voy a
desalojar. Sí, seguro que están más preparados. Puede que les falten algunos
años de rodaje, pero con el tiempo seguro que serán magníficos maestros y
maestras.
Llegué al Colegio San Miguel el otro
día, como suele decirse, allá por septiembre de 1987. He visto cosas, como decía “el replicante” de la película Blade
Runner de 1982, que vosotros no creeríais:
Ha cambiado el centro, ha cambiado la manera de educar, ha cambiado la
actitud de padres y de hijos y por supuesto también he cambiado yo.
Centrándome en este último año como
docente he de confesaros que cuando me dijeron que tenía que ser el profe de
mates en una clase de segundo, no me lo tomé demasiado bien. Para ser sincero
me lo tomé muy mal.
Al ser mi último año me había hecho ilusiones de que sería un año tranquilo, con niños de 5º o de 6º y que sería una despedida sin demasiadas preocupaciones. (¡Y fijaros cómo hemos acabado!)
No había pasado más de un mes (que
pasa muy rápido) cuando había cambiado de opinión y me di cuenta de que había
tenido mucha suerte con el segundo que me habían asignado: La clase
transcurría de una manera envidiable, con unos alumnos dispuestos a escuchar,
a aprender, y a disfrutar de la clase de mates (no creáis que me está creciendo
la nariz, estoy hablando de manera general).
No tuve más remedio que decidir si ser un profesor exigente, serio y antipático para sacar adelante la difícil y aburrida asignatura de mates con niños pequeños o bien adaptarme a la nueva situación que se me planteaba con esos niños tan increíblemente encantadores. La decisión se tomó sola: mejor adaptarme a ellos e intentar que disfrutaran de las mates tanto como yo estaba disfrutando de ellos.
Y así me ha ido. Ha sido uno de mis
mejores años como docente.
Lástima que no hayamos podido terminar el curso como ellos se merecen.
Por desgracia, o por falta de haber
sabido adaptarme a la nueva situación que se nos impuso, me he dejado algo
importante por hacer en clase y es que, después de trabajar con las tablas de
multiplicar, hay que aprender a multiplicar por una cifra.
Podéis enseñarles a vuestra manera o
si tenéis algún tipo de dificultad podéis ver en este enlace una explicación
bastante sencilla y muy visual de cómo se multiplica por una cifra.
También lo explican en este otro
enlace;
Os pido perdón por este encargo de
última hora.
Ya para terminar solo me quedan dos
cosillas: La primera es desearos toda la suerte posible para los próximos
años que aún les queda a vuestros hijos o hijas en el Colegio.
Y la segunda es pedir disculpas a todas las familias por todas esas veces que no haya estado a la altura de vuestras expectativas como profesor y como persona. Sinceramente, nunca ha sido mi intención ofender con mi actitud o mi falta de acción a nadie, sean alumnos o familias.
Tal y como me despedí de mis niños y
niñas de 2º C me voy a despedir de todos vosotros recordándoos que nunca
olvidaré a todas estas maravillosas familias, que os aprecio, os estimo y os valoro como os merecéis: un montón.
Un abrazo con todo el cariño del mundo
El
profe Daniel
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¡EL VERANO YA LLEGÓ,
YA LLEGÓ, YA LLEGÓ!
YA LLEGÓ, YA LLEGÓ!
¡Gracias Ahmed por este precioso dibujo. Un beso, campeón!